miércoles, 28 de octubre de 2015

EL EMBAJADOR DE PERÚ EN ESPAÑA RECIBE A JOAQUÍN GALDÓS




EL EMBAJADOR DE PERÚ EN ESPAÑA RECIBE AL NOVILLERO CON
PICADORES JOAQUÍN GALDÓS

Antes de emprender el viaje a Lima para afrontar su compromiso en la
Plaza de toros de Acho, Galdós hizo entrega a Rafael Roncagliolo
Orbegoso Embajador de Perú en España-, del primer cartel impreso de
su “encerrona” del próximo 28 de noviembre.

A un mes de la novillada en la Joaquín Galdós, novillero que pertenece a la
Fusión Internacional por la Tautomaquia (FIT), estoqueará 6 reses de la
ganadería de Santa Rosa de Lima en Acho, el torero limeño ha tenido un
encuentro con el Embajador de su país en España como cierre de su
temporada europea y como reconocimiento a todos aquellos peruanos que lo
han seguido durante las 34 novilladas que ha toreado en la temporada 2015
entre España y Francia.

Durante la recepción el Sr. Roncagliolo Orbegoso ha reconocido la progresión y
los logros de Galdós durante todo este año. Del mismo modo se ha interesado
por todos aquellos aspectos históricos y antropológicos que han contribuido al
desarrollo y consolidación de la tauromaquia en Perú y del momento actual de
la Fiesta brava en América.
La novillada del próximo 28 de noviembre - sin precedentes en la Plaza de
Acho-, en la que por primera vez un novillero con picadores lidiará en solitario 6
astados, ha centrado gran parte de la reunión, a través de la que las
instituciones del país andino, representadas por el Embajador en España,
muestran su apoyo incondicional al arte de torear. Este gesto cobra un gran
valor tras el ataque antitaurino sufrido hace unos días en la Plaza de toros de
Lima.
El festejo extraordinario alcanza una mayor relevancia al enmarcarse en los
prolegómenos de la celebración del 250 Aniversario de la inauguración de la
Plaza de toros de Acho.
El torero Joaquín Galdós junto a la FIT, han querido mostrar a través de este
acto su compromiso con el mundo del toro en Perú, un país en el que la afición

y la defensa de la fiesta están en permanente progresión.

Andres Roca Rey