Cuarta de feria en Acho con tres cuartos de entrada, se
lidiaron 6 toros de Roberto Puga.
Enrique Ponce, pinchazo y estocada tendida (palmas) y
estocada fulminante (dos orejas).
Sebastián Castella, estocada trasera y caída, metisaca,
estocada trasera y descabello (silencio tras aviso) y dos pinchazos, media
estocada y descabello (silencio).
Miguel Ángel Perera, estocada desprendida (dos orejas) y
media estocada y dos descabellos (palmas).
Enrique Ponce corta dos orejas después de una buena faena al
cuarto astado. El valenciano se dirigió
a los tendidos de sol donde encantó al público limeño con una faena muy bien
administrada toreando hacia fuera con un toro de poco recorrido y falto de
fuerza. Ponce lo entendió a la
perfección y tanto en derechazos como en muletazos de adornos finalesl . Mató de buena estocada. Antes fue ovacionado con el ejemplar que abrió
plaza, soso de comportamiento. El torero valenciano estuvo técnico y paciente.
Donde no había opciones, Ponce logró un par de tandas estimables al
final de faena y el público supo reconocer su esfuerzo.
Enrique Ponce recogió el trofeo El Chalán de Plata, que
premia al triunfador de la tarde. Durante la lidia del quinto toro
correspondiente a Castella se arrojó al
ruedo un espontáneo que apenas tuvo opciones de dar un par de muletazos.
Miguel Ángel Perera
celebro su cumpleaños cortadando
las dos orejas mas merecidas de la tarde al tercer toro. El extremeño construyó
una faena importante derrochando valor que tuvo fases de muy buen toreo. Perera muleteó con largura y poder por el
pitón derecho, llevándole muy enganchado en todo momento, lo que hizo vibrar al
público. El toro no respondió igual por el lado izquierdo, a pesar de lo cual
logró algunos naturales largos. Cuando se apagó el de Puga, Perera cerró faena
con una estocada de efecto fulminante. Perera tuvo que luchar, en sexto turno,
con la poca fuerza del toro y la poca entrega del público, una mala estocada
echa a perder la tercera oreja.
Sebastián Castella lo puso todo de su parte con el segundo
bis, un animal que reemplazó al titular tras partirse este el pitón. El sobrero
tampoco estuvo sobrado de raza y se vino a menos en la labor del francés, muy
imaginativa y a más en cuanto a hondura y calado. Se mostró muy por encima
Castella en todo momento y logró especial eco en el toreo en cercanías,
rematado con adornos. La espada le privó de una más que probable oreja. El
quinto fue un animal de muy pocas opciones y escasa fortaleza. Castella porfió
por sacar faena, pero no pudo brillar.