lunes, 28 de noviembre de 2011

Ponce y Perera salen por la puerta grande




Cuarta de feria en Acho con tres cuartos de entrada, se lidiaron 6 toros de Roberto Puga.
Enrique Ponce, pinchazo y estocada tendida (palmas) y estocada fulminante (dos orejas).
Sebastián Castella, estocada trasera y caída, metisaca, estocada trasera y descabello (silencio tras aviso) y dos pinchazos, media estocada y descabello (silencio).
Miguel Ángel Perera, estocada desprendida (dos orejas) y media estocada y dos descabellos (palmas).
Enrique Ponce corta dos orejas después de una buena faena al cuarto astado.   El valenciano se dirigió a los tendidos de sol donde encantó al público limeño con una faena muy bien administrada toreando hacia fuera con un toro de poco recorrido y falto de fuerza.  Ponce lo entendió a la perfección y tanto en derechazos como en muletazos de  adornos finalesl . Mató de buena estocada.  Antes fue ovacionado con el ejemplar que abrió plaza,  soso de comportamiento.  El torero valenciano estuvo técnico y paciente.  Donde no había opciones,  Ponce logró un par de tandas estimables al final de faena y el público supo reconocer su esfuerzo.
Enrique Ponce recogió el trofeo El Chalán de Plata, que premia al triunfador de la tarde. Durante la lidia del quinto toro correspondiente a  Castella se arrojó al ruedo un espontáneo que apenas tuvo opciones de dar un par de muletazos.
Miguel Ángel Perera  celebro su cumpleaños  cortadando las dos orejas mas merecidas de la tarde al tercer toro. El extremeño construyó una faena importante derrochando valor  que tuvo fases de muy buen toreo.  Perera muleteó con largura y poder por el pitón derecho, llevándole muy enganchado en todo momento, lo que hizo vibrar al público. El toro no respondió igual por el lado izquierdo, a pesar de lo cual logró algunos naturales largos. Cuando se apagó el de Puga, Perera cerró faena con una estocada de efecto fulminante. Perera tuvo que luchar, en sexto turno, con la poca fuerza del toro y la poca entrega del público, una mala estocada echa a perder la tercera oreja.
Sebastián Castella lo puso todo de su parte con el segundo bis, un animal que reemplazó al titular tras partirse este el pitón. El sobrero tampoco estuvo sobrado de raza y se vino a menos en la labor del francés, muy imaginativa y a más en cuanto a hondura y calado. Se mostró muy por encima Castella en todo momento y logró especial eco en el toreo en cercanías, rematado con adornos. La espada le privó de una más que probable oreja. El quinto fue un animal de muy pocas opciones y escasa fortaleza. Castella porfió por sacar faena, pero no pudo brillar.

Andres Roca Rey