domingo, 10 de febrero de 2013

El Cid, Castella y Bolívar triunfan en Medellín




Plaza de toros Macarena de Medellín.
Sábado, 9 de febrero 2013.

Tarde soleada pero con cubierta. 1/3 de plaza.

3 Toros de La Carolina (1º, 3º y 5º) de propiedad de Santiago Uribe y tres de Ernesto Gutiérrez, indultado el 5º bis de la tarde de nombre Pitador #274, negro listón, con transmisión y repetidor pero sin clase.

Manuel Jesús El Cid. Oreja y oreja.
Sebastián Castella, ovación con saludos y dos orejas.
Luis Bolívar, dos orejas y silencio.

Salió Pitador en remplazo del manso quinto y se echó a embestir repitiendo mucho y duró en su afán y Castella que se había lucido con el capote, lo recibió con la muleta en los medios con tres pases cambiados y dos con la izquierda suaves y templados. Luego, siempre en larga distancia y con el toro venido a más, Castella lo embarcarcó adelante y compuso un trasteo de temple en la primera parte pero dejándose enganchar en la segunda, ya cuando la euforia popular reclamaba el indulto tras larga y vibrante faena.
A su primero lo toreó soberbiamente con el capote, tanto en las verónicas de recibo como en el quite pero no lució frente a la ausencia de transmisión del de Gutiérrez que además salía distraído y con la cara alta de la muleta, por lo que tras los estatuarios en los medios y las primeras series se vio el francés obligado a ponerse al hilo componiendo muletazos de menor vuelo.
El Cid cuajó a sus dos toros. Con el primero de la tarde el mejor presentado de la corrida, enmorillado y lleno, que fue dulzón en la muleta y sin fuerzas, lo pulseó con temple perfecto y perdiéndole pasos, sobresaliendo con la izquierda y cobró luego una entera trasera que fulminó.
El cuarto de Gutiérrez, no tuvo cuajo y era pobre de cara y se apagó pronto tras coger malamente a Monaguillo de Colombia con los palos, infiriéndole tres cornadas al pie del estribo. El Cid puso voluntad y terminó en cercanías con la muleta retrazada intentado "empujar" para adelante al desrazado toro
.
El caleño Luis Bolívar puso toda la carne en el azador desde la salida del tercero de la tarde, yéndose a porta gayola, en los lances a la verónica y posteriormente con la muleta donde cuajó una faena de kilates, templadísima y en ofreciéndole distancias al de La Carolina que tenía un primer buen primer tramo del muletazo pero que no continuaba descolgado.
Con la izquierda expuso pues el ejemplar venia ceñido por adentro y le cuajó un a serie que mantuvo el tono elevado de la faena que remató finalmente y para mayor crédito, con espadazo de categoría.
El último de la tarde, cornivuleto y con poca fuerza, no colaboró, poniéndole difícil el remate al de Cali, que lo intentó sin calentar el final de una tarde que terminó con los tres toreros en hombros.

Fuente: Desde el Tendido

Andres Roca Rey