martes, 30 de junio de 2020

UN PASODOBLE POR UN BRINDIS













Por; Luis Muñoz Palomo




REFRANES Y FRASES DE TAUROMAQUIA.

Banderillero que no se asoma al balcón, banderillas que vuelven al callejón.

UN PASODOBLE POR UN BRINDIS.

Ocurrió el año 1925, el torero Martin Agüero actuó en la feria de Logroño, fue éste un festejo que estuvo amenizado por la banda municipal de Bilbao. Ese día el torero vizcaíno brindó; en Euskera la muerte de uno de sus toros al compositor José Franco Ribate, por entonces director de aquella banda bilbaína. Un músico nacido en la localidad zaragozana de Cariñena aunque muy pronto se afincó en Bilbao, gran compositor e instrumentador.
Los músicos y el propio director quedaron sorprendidos por el brindis. Lo fue de una faena que resultó triunfal y por la que el torero Vasco cortó una oreja tras haber matado a su oponente de una magistral estocada al volapie. Y al devolverle la montera, el maestro Ribate, agradecido por el brindis, se comprometió públicamente a escribirle al torero un pasodoble que llevara por título el nombre del espada bilbaíno.
Y así nació el famoso pasodoble “ MARTIN AGÜERO “ uno de los más solemnes y brillantes de todos los pasodobles que componen el amplio repertorio de esta especialidad musical.

¡ LAS COSAS !

El picador Francisco Gutierrez “ El Chuchi “ ( 1840-1908 ) fue a Paris con su matador Salvador Sánchez “ Frascuelo “ y el notable escritor Antonio Peña y Goñi, muy amigo del citado matador.
Al dar su nombre Don Antonio, cuando llegaron al hotel, manifestó que era literato; presenció “ El Chuchi “ el interrogatorio, y cuando llegó a él el turno, le preguntaron lo ritual en tales casos.
¿ Su nombre ? Francisco Gutierrez.
¿ Estado ? Bueno.
¿ Profesión ? literato, así respondió creyendo que aquello estaba al alcance de cualquiera.
¡ Haga Usted el favor de firmar aquí !
No se, replicó quedándose tan fresco y admirándose de la extrañeza del fondista, el cual no concebía que hubiera literatos que no supieran escribir.




Andres Roca Rey